Echando un
vistazo. Y sólo eso: un vistazo a algunos documentos y portales web a propósito
de la denominada Educación 4.0, me surgen varias inquietudes:
Dado que la
educación en y de la era digital demanda nuevas formas de enseñar-aprender y en
consecuencia, reclama cambios en el proceso enseñanza-aprendizaje en espacios
que rebasan (y a veces, también desbordan) el aula y por ende, requieren otro tipo de
docente y de estudiante:
1. ¿Los
estudiantes que accede(rá)n a una educación 4.0 poseen las habilidades
cognitivo-lingüístico discursivas para resolverse en las tareas que ésta
demanda? ¿Son competentes? ¿Lo son también los docentes?
Los planteamientos
de la educación en la era digital, es decir, la Educación 4.0 responden a un
entorno virtual como si éste únicamente estuviera alojado en la Nube, se
plantean ajenas a un contexto
(cambiante), no están situados en una realidad que es material y que es en la
que (aún) existen personas con cuerpo.
2. Al respecto,
de “un cuerpo sin órganos”, según Roberto Lanz en su portal Gestión del talento,
la Educación 4.0 plantea otras nuevas tareas para el docente, tales como
a. Aprendizaje
flexible en función de las necesidades e intereses de cada alumno.
b. Aprendizaje
al propio ritmo y a la velocidad de cada alumno con independencia de su edad y
curso.
c. Aprendizaje
digital con feedback constante a partir del análisis de los datos derivados del
progreso del propio aprendizaje (Learning Analytics). [Recuperado de https://robertoranz.com/2016/05/30/una-educacion-4-0-para-el-fomento-del-talento-4-0/]
Un conjunto de
tareas que trascienden la actividad en el salón de clases (lo cual, dicho sea
de paso, siempre ha sido así, pero sin reconocimiento efectivo). De ser así,
¿quién paga al docente en función de este desempeño que demanda una inversión
de tiempo superior al que se le es reconocido en términos salariales?
Porque al
docente se le sigue pagando sólo por la hora clase-presencial impartida. ¿Puede el docente en la Educación
4.0 vivir sólo de bits/byts?
3. Una de las características
de las “Profesiones en la era digital” es que forman parte de un “Mercado
laboral de trabajos sucesivos, no para toda la vida [que demanda una] Formación
continua” (según Red LaTE México) por parte del profesionista. [Recuperado de https://www.unadmexico.mx/sitios/SIESADV3/descargas/presentacionesFaseVirtual/Foro_1/Presentacion_RedLaTEMx.pdf]
Aunque expresado
de este modo propositivo, ¿no es acaso una manera cínica de advertirnos sobre el
ahondamiento (y hundimiento en) la precariedad laboral manifiesta en sueldos
miserables, sin prestaciones laborales ni asistencia sindical, esto es, el
vacío laboral en el que el trabajo intelectual y físico vale (cuando vale) sólo
como una suerte de pago por evento”?
¿No se trata de
un expolio intelectual?
¿No encubre la
flexibilidad una nueva forma de explotación laboral que raya en la esclavitud?
La Red LaTE México
agrega: “La formación no reglada es más accesible que nunca”, ¿querrá decir
acaso que lo no reglado es lo relacionado con las prestaciones laborales en
tanto que al no existir un contrato colectivo de trabajo no hay norma alguna
que garantice los mínimos derechos a los neo esclavos renombrados emprendedores
talentosos?
Lo anterior me
hace recordar a Byung-Chul Han: “Ahora uno se explota a sí mismo y cree que
está realizándose” [Recuperado de https://elpais.com/cultura/2018/02/07/actualidad/1517989873_086219.html]
Según Red LaTE
México, los estudiantes de la era digital “Demandan información ágil e inmediata”,
¿de verdad la demandan? Y si es así, ¿qué tipo de información requieren?, ¿cómo
la reciben, organizan, procesan, responden?, ¿a qué interés obedece esa
demanda de información?, ¿quién se beneficia de ese tráfico de información?
En ningún
momento, las fuentes consultadas plantean la conformación de estudiantes críticos
que devengan ciudadanos. Para Ranz, “una educación 4.0 para el fomento del
talento 4.0” no requiere adquirir habilidades cognitivas lingüístico discursivas
que también lo habiliten (lo hagan competente) en el ejercicio de una lectura
crítica de sí, de su lugar en el mundo en relación con los otros, de su
responsabilidad ética en su desenvolvimiento social cotidiano; no se plantea
cómo debe conducirse en sus dinámicas intra e interpersonales ni un compromiso
con el consumo sustentable ni alude a prácticas justas, equitativas,
no-violentas.
¿Será acaso que
como plantea Red LaTE los jóvenes: “Viven parte de su vida en Línea en Red,
[mantiene] relaciones de interés y amistades [en] varias comunidades virtuales”,
entonces, no necesitan comprometerse con otro real, de carne y huesos, con una
materialidad y un cuerpo que importa?
La vida se
reduce a un estar ocioso pero no un ocio creativo o reflexivo, sino uno
pernicioso que “demanda información ágil e inmediata” aunque no sea crítica,
veraz, responsable. La vida reducida a un scrolling
virtual.
4. Un requerimiento
importante de la Educación 4.0, según la Fundación MAPFRE es la gamificación; que
“en educación consiste en realizar una actividad lúdica o llevar al aula los
elementos y características principales de los juegos para implicar a los
alumnos y ofrecerles una nueva forma de aprendizaje más cercana a su lenguaje y
a su manera de entender el mundo” [Recuperado de https://www.fundacionmapfre.org/fundacion/es_es/images/desafio-tecnologias-educacion-libro-profesor_tcm1069-421445.pdf].
La cual, sin
duda, debería ser central en todos los procesos de enseñanza-aprendizaje. Puesto
que esta idea revestida de novedosa seguramente viene de esas pedagogías
hegemónicas abrazadas sin asomo de crítica a los mandatos del mercado bajo la
nominación de investigaciones originales y modernas.
El juego como estrategia didáctica, es tan
añeja como la humanidad, por lo que no vale como revelación de las nuevas
formas de enseñar-aprender en la Educación 4.0; mucho de lo que ésta propone,
es una lavada de cara de lo que ya a finales de los 90 planteaba la educación
por competencias cuando demandaba la ejecución de competencias genéricas
cruzadas con cuestiones heurísticas y axiológicas.
Por supuesto que
la gamificación es válida e incluso necesaria y tendría que formar parte (ser
considerada como un recurso más) en el diseño y elaboración de Planes y
Programas de estudio, en la planeación de actividades y producción de
materiales educativos, en las dinámicas cotidianas del salón de clase y los
entorno virtuales, en las formas de evaluación de los procesos en función de
los tiempos de aprendizaje y estilos de aprendizaje del estudiantado. Y desde
luego, de las capacidades docentes (que para ello, puede ser capacitado). Pero no
abrazarla con la fe e ingenuidad de que resulte la redentora de la educación en
la era digital.
El empleo de las
apps como recurso educativo son también herramientas que contribuyen a
refrescar y hacer más efectivas las prácticas de enseñanza-aprendizaje como
resalta MAPFRE, pero una app sólo funciona de manera conveniente si existe (está
instalado) previamente un software,
¿cuál es el software del estudiante
promedio en este país?
5. Hay que tener
muy claro que la Educación 4.0 responde a las demandas que enfrenta la industria
4.0 (¿a alguien le suena a déjà vu?), hay una pátina de aquel
discurso que se reprodujo cuando se impuso el modelo de enseñanza-aprendizaje
basado en competencias.
De modo que la
necesidad central no es educar a las personas para resolverse la vida en la era
digital (seres materiales para la virtualidad, vaya paradoja), sino de crear
trabajadores que satisfagan únicamente los requerimientos de un obrero digital.
De ahí que, como
señala la SEP, lo que hay que considerar para satisfacer el nuevo reclamo es:
La cooperación
entre estudiante y docente es la base de la enseñanza.
La comunicación
es el principal vehículo del aprendizaje.
Se fomenta la
resolución de problemas reales.
Incorpora el
juego y la creación de entornos reales como el principal motor del aprendizaje.
La evaluación es
un proceso constante para mejorar y progresar.
Utiliza las TIC
como herramientas de acceso, organización, creación y difusión de los contenidos
[Recuperado de https://docente.4-0.ipn.mx/index.php/educacuion-4-0/]
¿De verdad
existe un planteamiento nuevo en esta propuesta? Me resulta una tomadura de
pelo.
Y como es fácil
advertir en los requerimientos de la nueva propuesta, a menos que no haya
comprendido nada, en ningún momento se precisa una formación humanística que
considere la inmersión del estudiante en cuestiones lingüísticas, artísticas,
creativas, deportivas, interculturales, ecológicas ni críticas.
Para la
Educación 4.0, siempre de acuerdo con la SEP, basta la “autodirección, el
trabajo en equipo, la autoevaluación, el aprendizaje [basado en] proyectos con
el uso de la tecnología”, entendida ésta como el único objetivo de la educación
en la era digital. ¿Y dónde queda lo humano en la Educación 4.0?
Seguramente donde
ha estado siempre desde que la educación se convirtió en discurso y no en movilización
de conocimientos críticos y prácticas éticas.
Referencias bibliográficas: